Los mexicanos nos jactamos de ser una raza fuerte, sana, que casi nada doblega, y por ello carecemos de una cultura de prevención y autocuidado de la salud.
Hagamos una prueba, ¿usted y los miembros de su familia se han realizado algún chequeo médico en el último año?, ¿algún miembro de su familia o usted padece alguna enfermedad crónica?
Este es un tema trascendente, ya que desde donde se mire conlleva consecuencias que afectan tanto a quien padece alguna enfermedad, como al círculo familiar, la economía familiar, el equilibrio psicológico, emocional, y a la sociedad.
En México las tres principales causas de mortandad en 2016 fueron las siguientes:
- Enfermedades cardíacas 19.9%
- Diabetes 15.4%, con una prevalencia en mujeres de 10.3% y en hombres de 8.4%
- Tumores malignos 12.9%
Por otra parte, sabemos bien que tenemos el indigno primer lugar en obesidad a nivel mundial. La proporción de la población adulta en México que tiene obesidad se distribuye así: mujeres 72.7 por ciento y hombres 69.4 por ciento.
¿Cómo cambiar este panorama? Es indispensable comenzar a educar-nos en salud preventiva, desde cada uno de nosotros, desde casa, procurarnos una alimentación saludable, realizar alguna actividad física. Busquemos nuestra estabilidad física, psicológica y emocional, pues estas cifras nos dicen que es urgente brindarnos los cuidados preventivos para evitar o retrasar la aparición de alguna enfermedad crónico-degenerativa, ya que por más políticas públicas que se implementen, no representarán nada si no ponemos de nuestra parte.